Y todo sucedió tan de repente.
Tu y yo peleados.
Mi orgullo impidiéndome pedir perdón.
Mi orgullo impidiéndome pedir perdón.
La culpa fue mía, me alejé. Me alejé demasiado esta vez.
Pero creía firmemente que vendrías a buscarme; como siempre lo has hecho, como siempre lo hemos hecho.
Uno detrás del otro, continuamente.
Pero creía firmemente que vendrías a buscarme; como siempre lo has hecho, como siempre lo hemos hecho.
Uno detrás del otro, continuamente.
Pero todos nos cansamos algún día ¿no? Y este debió ser el tuyo.
No viniste a buscarme, no saliste corriendo tras de mi, no agarraste mi mano cuando solté la tuya, no. No lo hiciste.
Pero yo tampoco me quedé, no dejé de correr y volví, no me aferré a tu mano, no.
No lo hice.
No lo hice.
Y ahora con solo un recuerdo, todos mis sentimientos - si, esos que
estaban dormidos y encerrados bajo siete llaves - salen y cobran vida.
¿Ves lo que eres capaz de hacer?
Ella quiere ser tan tu, y yo quiero ser tan yo, que no hay nada que pueda hacer.
Irónico destino. Tu tienes la música, pero yo tengo las palabras, las malditas palabras.
No me quedé y tu no viniste y mis miedos se han hecho realidad de golpe.
Ahora abril solo viene a recordarme que tu no estás.
Ahora abril solo viene a recordarme que tu no estás.
Tu ya no estas, joder, tu ya no estas.
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